The Commemoration of All the Faithful Departed

11-02-2025Weekly ReflectionFr. Chris Nunes

Dear Fellow Disciples, peace.

Today, the Church pauses in deep prayer and loving remembrance of all the faithful departed. Yesterday, we rejoiced with the saints in glory; today, we intercede for those still on the way to the fullness of light. All Souls' Day reminds us that love does not end with death - it is purified, strengthened, and completed in God's mercy.

In the first reading from the Book of Wisdom, we hear that "the souls of the just are in the hand of God" (Wis 3:1). What a consoling truth - those who have gone before us are not lost; they rest in God's hands, awaiting the day when every tear will be wiped away.

St. Paul, in the second reading, assures us that "if we have died with Christ, we shall also live with Him" (Rom 6:8). The life of every Christian is a journey from baptism to resurrection - from dying to sin to living forever in Christ's glory.

And in today's Gospel (John 6:37-40), Jesus promises: "This is the will of my Father, that I should lose nothing of all that he has given me." Our faith in this promise gives meaning to our prayers for the dead. The Holy Souls depend on our prayers, sacrifices, and the Holy Eucharist offered for them.

As we come to the altar today, let us remember our loved ones by name - parents, friends, parishioners - and commend them to God's infinite mercy. Our prayers shorten their purification and hasten their joy. In turn, they pray for us, that we may persevere in grace until we join them in the Father's house.

Let us live in such a way that when our own hour comes, we too may hear the Lord say, "Come, you blessed of my Father ... enter into the joy of your Lord." May the Holy Spirit keep alive in the hope and the faith in the resurrection.

Eternal rest grant unto them, O Lord, and let perpetual light shine upon them.

May they rest in peace.

Amen.

Fr. Chris

El Conmemoración De Todos Los Fieles Difuntos

Queridos Discipulos, paz.

Hoy, la Iglesia se detiene en profunda oracion y amoroso recuerdo de todos los fieles difuntos. Ayer, nos regocijamos con los santos en la gloria; hoy, intercedemos por quienes aun estan en camino hacia la plenitud de la luz. El Día de los Fieles Difuntos nos recuerda que el amor no termina con la muerte; se purifica, fortalece y completa en la misericordia de Dios.

En la primera lectura del Libro de la Sabiduría, escuchamos que "las almas de los justos están en las manos de Dios" (Sab 3,1). Qué verdad tan consoladora: quienes nos precedieron no estan perdidos; descansan en las manos de Dios, esperando el día en que toda lágrima sea enjugada.

San Pablo, en la segunda lectura, nos asegura que "si morimos con Cristo, también viviremos con él" (Rom 6,8). La vida de todo cristiano es un camino desde el bautismo hasta la resurreccion: desde morir al pecado hasta vivir para siempre en la gloria de Cristo.

Y en el Evangelio de hoy (Juan 6,37-40), Jesus promete: "Esta es la voluntad de mi Padre: que no pierda nada de todo lo que me ha dado". Nuestra fe en esta promesa da sentido a nuestras oraciones por los difuntos. Las almas de los santos dependen de nuestras oraciones, sacrificios y la Sagrada Eucaristía ofrecida por ellos.

Al acercarnos hoy al altar, recordemos a nuestros seres queridos por su nombre - padres, amigos, feligreses- y encomendémoslos a la infinita misericordia de Dios. Nuestras oraciones acortan su purificacion y aceleran su alegría. A su vez, ellos oran por nosotros, para que perseveremos en la gracia hasta que nos unamos a ellos en la casa del Padre.

Vivamos de tal manera que, cuando llegue nuestra hora, tambien nosotros podamos escuchar al Senor decir: "Venid, benditos de mi Padre ... entrad en el gozo de vuestro Señor".

Que el Espíritu Santo mantenga viva la esperanza y la fe en la resurrección. Concedeles, Senor, el descanso eterno y que brille para ellos la luz perpetua.

Descansen en paz.

Amén.

P. Chris