29th Sunday in Ordinary Time

10-16-2022Weekly ReflectionFr. Chris Nunes

Dear fellow disciples,

Jesus promises that God “will do justice on behalf of all his chosen ones, those who cry to Him day and night”. He will not delay but will answer them promptly.

What does “justice” means in relations with God? In the context of the gospel justice means the plan of God for every human being. It is the will of God that the petitioner wants to see accomplished and he/she nurture in his/her heart the desire to put it in practice.

The disciple’s prayer is answered when it corresponds to God’s will. When the chosen ones cry to Him day and night, they can be certain that their prayer will be answered and their voices heard, as they pray with persistence and submission to God’s will.

Discouragement in prayer can also indicate poor will to search and practice God’s will. In this way the petitioner will lose the chance to experience the “justice” of God which could work in his/her life.

Jesus raises the question “when the Son of Man comes, will He find faith on earth?”. This is a warning to the disciples against discouragement when their prayers are not answered on their time nor according with their will.

May our prayer and desires always coincide with God’s will and plans for us.

Queridos compañeros discípulos,

Jesús promete que Dios “hará justicia a todos sus escogidos, los que claman a él día y noche”. Él no se demorará sino que les responderá con prontitud.

¿Qué significa “justicia” en las relaciones con Dios? En el contexto del evangelio justicia significa el plan de Dios para cada ser humano. Es la voluntad de Dios que el peticionario quiere ver cumplida y alimenta en su corazón el deseo de ponerla en práctica.

La oración del discípulo es respondida cuando corresponde a la voluntad de Dios. Cuando los elegidos claman a Él día y noche, pueden estar seguros de que su oración será respondida y sus voces escuchadas, mientras oran con persistencia y sumisión a la voluntad de Dios.

El desánimo en la oración también puede indicar poca voluntad para buscar y practicar la voluntad de Dios. De esta forma el peticionario perderá la oportunidad de experimentar la “justicia” de Dios que podría obrar en su vida.

Jesús plantea la pregunta “cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?”. Esta es una advertencia a los discípulos contra el desánimo cuando sus oraciones no son reapondidas a su tiempo ni de acuerdo con su voluntad.

Que nuestra oración y deseos siempre coincidan con la voluntad y los planes de Dios para nosotros.

Oremos: Divino Espíritu de Dios ayúdame a ser perseverante en la oración sometiendo mis peticiones a la voluntad del Padre. Ayúdame a ser firme en mi deseo de practicar Su justicia que es Su Voluntad en mi vida. Amén.

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