New Year's Resolution

01-16-2022Weekly ReflectionFr. John Sims Baker

I know that it is a little late for New Year’s Resolutions technically speaking, but we are beginning the time of the year called Ordinary Time and so I think that it would be a good idea to reflect on what our lives of faith should look like ordinarily.

Put God first! (Not for God's sake but for yours.) The most fundamental way to do this is to set and keep at least 20 minutes of interior prayer every day. Period. If you do this, you will grow spiritually. I guarantee it. Guard your time of prayer and be faithful to it. Simply place yourself in God's presence and open your heart to God. Talk to Him. God will always hear you and will always help you. This time of prayer will be the spring that you can return to to be replenished when you run dry from your many responsibilities. This small amount of time will feed your whole day.

Go to Mass every Sunday and Holy Day. Period. Set your time for Mass and be faithful to it. Go to Mass more often, if you can. It is never a waste of time to go to Mass!

Go to Confession regularly. Set a time and go. Put it on the calendar. (I recommend going to Confession at least monthly.) We have Confessions every day at Saint Rose. There is no excuse! The Church gives you "pardon and peace" every time you go to Confession.

If you haven't noticed, fidelity and regularity are the secrets of the spiritual life. They are the aspects that are up to us. We can show up. God will take care of the rest. This is true about so much else: family commitments, school and work, ministry activities, stewardship, etc. If we are regular and faithful, we practically cannot fail to grow, especially if we keep these commitments with love and devotion.

In other words, what is ordinary is extraordinarily important.

Faithfully,

Fr. Baker

Sé que es un poco tarde para las Resoluciones de Año Nuevo técnicamente hablando, pero estamos comenzando el tiempo del año llamado Tiempo Ordinario y creo que sería una buena idea reflexionar sobre cómo debería ser nuestra vida de fe ordinariamente.

¡Pon a Dios primero! (No por el bien de Dios, sino por el tuyo). La forma más fundamental de hacer esto es establecer y mantener al menos 20 minutos de oración interior todos los días. Punto. Si haces esto, crecerás espiritualmente. Lo garantizo. Guarda tu tiempo de oración y sé fiel a él. Simplemente ponte en la presencia de Dios y abre tu corazón a Dios. Hablale. Dios siempre te escuchará y siempre te ayudará. Este tiempo de oración será el manantial al que podrás volver para reponerte cuando termines tus muchas responsabilidades. Esta pequeña cantidad de tiempo alimentará todo tu día. Ir a Misa todos los domingos y días festivos. Punto. Establece tu hora para la Misa y sé fiel a ella. Vaya a Misa con más frecuencia, si puede. ¡Nunca es una pérdida de tiempo ir a Misa!

Ve a confesarte regularmente. Establece una hora y listo. Ponlo en el calendario. (Recomiendo ir a la confesión al menos una vez al mes). Tenemos confesiones todos los días en Santa Rosa. ¡No hay excusas! La Iglesia te da "perdón y paz" cada vez que vas a confesarte.

Si no te has dado cuenta, la fidelidad y la regularidad son los secretos de la vida espiritual. Son los aspectos que nos toca a nosotros. Solo estar presented y Dios se encargará del resto. Esto se aplica a muchas otras cosas: los compromisos familiares, la escuela y el trabajo, las actividades ministeriales, la corresponsabilidad, etc. Si somos regulares y fieles, prácticamente no podemos dejar de crecer, especialmente si cumplimos estos compromisos con amor y devoción.

En otras palabras, lo que es ordinario es extraordinariamente importante.

Fielmente,

El Padre Baker

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